Historia

La RedMPC queda constituida por 29 socios fundadores, todos ellos periodistas o comunicadores de la ciencia mexicanos y estudiantes, que comparten el interés de fortalecer y promover el ejercicio del periodismo de ciencia de calidad.

  • Impulsar el periodismo de ciencia, tecnología e innovación y su ejercicio libre en México
  • Poner énfasis en la calidad, la veracidad y el rigor periodísticos
  • Propugnar por la libertad de prensa, la libre expresión y manifestación de las ideas
  • Mejorar condiciones económicas y laborales para el ejercicio del periodismo, y en especial, las relativas a la seguridad

La RedMPC también buscará fomentar la comunicación entre la sociedad civil y la comunidad científica y tecnológica, así como los miembros de la iniciativa privada y los órganos del Estado responsables de la promoción, fomento y desarrollo de ciencia, tecnología e innovación.

Especialmente, la RedMPC busca crear un espacio de discusión racional, pública y permanente sobre el periodismo y la ciencia que se hacen en México.

El primer consejo directivo de la RedMPC, que tuvo un periodo de gestión de 2 años, quedó constituido por:

  • Manuel Lino presidente
  • Aleida Rueda vicepresidente
  • Fabiola Trelles tesorera
  • Elizabeth Ruiz secretaria
  • Carlos Guevara vocal Ciudad de México
  • Cecilia Montero vocal Veracruz
  • Ana Claudia Nepote vocal Michoacán

Historia del periodismo científico en México

*Por René Anaya

(periodista científico, miembro fundador de la RedMPC)

El periodismo científico en México tiene una larga historia que se remonta a la época colonial… pero que nunca se ha contado por completo porque ha faltado el investigador(a) que, con un trabajo minucioso y metódico, reúna todos los retazos o jirones de episodios que han conformado la más admirable trayectoria de una especialidad periodística que han ejercido destacados periodistas mexicanos.

Esa historia empezó hacia 1671, apenas cuatro décadas después de que apareció la Gazette de France, uno de los primeros órganos de difusión de la ciencia entre profanos, en el continente europeo, como refiere CALVO HERNANDO (1977), quien consigna que en ese medio se presentaba una relación de las reuniones que hombres de ciencias y artes tenían cada lunes en casa de Teofrasto Renaudot.

De acuerdo con ese planteamiento de periodicidad, los Lunarios, publicados por Carlos de Sigüenza y Góngora hacia 1672, constituyen el primer periódico científico en habla española, en su acepción de periodicidad, ya que se publicaron de 1672 a 1701 en la entonces Nueva España. En los Lunarios o almanaques de De Sigüenza «se conjuga el conocimiento tanto de la medicina como de los fenómenos relativos al tiempo, para hacer importantes pronósticos de temporales para la agricultura y la navegación” (ORTIZ, 2006).

Los Lunarios eran adquiridos principalmente por los habitantes de la capital del virreinato de la Nueva España, por lo que “creemos que los lectores de Sigüenza, peninsulares o criollos en su inmensa mayoría, e indios o castas, compartieron el mismo nivel socio cultural” (PERAZA-RUGELEY, 2011).