Esta proteína todavía no es una cura contra COVID-19

Escucha #COVIDconCIENCIA. Voz: Aketzalli González. Edición: José Ramón Sánchez Castañeda.
Por Aketzalli González Santiago, ALEIDA RUEDA Y Luis r. Castrillón

Afirmar que personas dedicadas a la ciencia han “descubierto” una proteína “que puede ser la posible cura del coronavirus” es un señalamiento impreciso que confunde una investigación en proceso sobre la forma en la que el virus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19 se une a las células humanas para infectarlas.

De acuerdo con la publicación “Científicos descubren una proteína que puede ser la posible cura del coronavirus” (1) un grupo de investigación científica “descubrió un péptido -como se denomina a los fragmentos de proteínas-, que podría inhibir la entrada del virus a las células humanas y protegerlas de la infección.

Sin embargo, la noticia omite información científica que impide entender no es exactamente un descubrimiento y por qué es demasiado precipitado asegurar que podría curar el coronavirus.

El texto periodístico refiere el trabajo de un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) (2) quienes investigan un péptido que actúa en la unión entre el virus y la proteína de las células humanas, con el objetivo de evitar de ese proceso.

A saber, los virus no son organismos vivos por lo que requieren forzosamente una célula en la que puedan replicarse, como las que integran los pulmones humanos y que son especialmente atractivas para este tipo de agente infeccioso de la familia de los coronavirus.

El proceso de unión entre el virus y las células pulmonares ocurre cuando las proteínas de la superficie del SARS-CoV-2, esos picos de su envoltura que vemos en las imágenes del patógeno, se adhieren a las proteínas de la célula víctima.

Diseño: Alonso Monroy Conesa.


Hasta hace unas semanas se desconocía en dónde estaba exactamente eso que podría considerarse una puerta de entrada a las células humanas, pero un grupo de académicos chinos encontraron la región específica en donde el virus “abre” la célula. Una región donde se encuentra la cerradura de esa puerta.

Siguiendo la analogía, puede decirse que el virus tiene la llave: una proteína de su envoltura capaz de abrir la cerradura de las células humanas. A su vez la cerradura está hecha de la proteína que funciona como receptor, llamada enzima convertidora de angiotensina 2, conocida comúnmente como ACE2.


Cuando estas dos proteínas se unen, la llave abre la cerradura y el virus entra en la célula para replicarse velozmente.

Una vez reconocida esta región, los investigadores del MIT llegaron al cuestionamiento lógico en su objetivo de evitar la infección: ¿cómo bloquear ese contacto? ¿Cómo impedir que la llave se conecte con la cerradura?

La respuesta fue crear una cerradura falsa: con la información del equipo chino, el grupo del MIT usó sistemas computacionales para hacer “un barrido” de la secuencia de la proteína con el objetivo de encontrar un péptido de longitud aceptable que:

  1. Incluyera los puntos de interacción entre la llave y la cerradura que los chinos descubrieron
  2. Pudiera ser sintetizado en laboratorio rápidamente
  3. Fuera posible administrarlo en humanos

En ese análisis (3), aún en su versión sin evaluación por pares, encontraron que había una secuencia específica de 23 aminoácidos –compuestos que integran una proteína- que cumplía esas características y luego lo sintetizaron. Siguiendo con la analogía de la llave y la cerradura: crearon una cerradura con la estructura idéntica a la de la célula humana.

En realidad, crearon dos péptidos: uno con 23 aminoácidos y otro con 12. Luego, probaron ambos péptidos para determinar la fuerza con la que cada uno se unía a las proteínas del coronavirus, y encontraron que el más largo se unía con mayor fuerza al SARS-CoV-2 en comparación con el corto.

Con base en esos resultados han empezado a desarrollar 100 variantes más del péptido para determinar con mayor precisión cuál de todos puede tener mayor fuerza de unión y permanecer en el cuerpo humano con mejor estabilidad. Además, el equipo del MIT envió su péptido de 23 aminoácidos a un laboratorio en el Hospital Mount Sinai, en Nueva York, para iniciar las pruebas en células humanas.

Una de las ventajas de estos posibles fármacos basados en péptidos es que son relativamente fáciles de fabricar en grandes cantidades y que por su tamaño pueden ser más eficientes para bloquear la entrada del virus a las células humanas. Pese a lo promisorio de medicamentos como el investigado, la investigación está aún en proceso y tendrán que probarse más péptidos en células humanas para tener mayor certeza si pueden funcionar.


LINKS

(1) https://www.24-horas.mx/2020/03/30/cientificos-descubren-proteina-que-podria-ser-la-cura-del-coronavirus/

(2) http://news.mit.edu/2017/automated-manufacturing-fast-peptide-synthesis-drugs-0227

(3)

https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2020.03.19.999318v1


#COVIDconCIENCIA es una iniciativa para cubrir la pandemia con base en evidencia científica. Es una colaboración entre la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia, El editor de la Semana, Científicas Mexicanas, La Bombilla y Verificado.

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